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miércoles, 22 de agosto de 2012

Arqueología Industrial en Córdoba: la Sociedad Española de Construcciones Electromecánicas (primera fase: 1917-1930)

Artículo

Autor: Cano Sanchiz, J. M.
Revista: Anales de Arqueología Cordobesa
Número: 19
Año: 2008
Páginas: 361-386

Un par de edificios de almacenamiento de SECEM, ambos demolidos (Lám. 6)

RESUMEN: La ciudad de Córdoba experimentó un lento e incompleto proceso de industrialización, entrando en la órbita del siglo XX inmersa en un panorama económico general aún muy dependiente de la tradición agrícola. Es por ello que la aparición en 1917 de la Sociedad Española de Construcciones Electromecánicas S.A. constituye, sin duda, uno de los mayores puntos de inflexión en su historia reciente. Las dimensiones de este complejo fabril y su incidencia en la economía, la sociedad y el urbanismo de la ciudad hacen del mismo un conjunto singular fundamental para conocer el particular proceso de industrialización cordobés.
PALABRAS CLAVE: Arqueología Industrial, Patrimonio Arqueológico Industrial, Córdoba, cobre, metalurgia.

ABSTRACT: The city of Córdoba went through a slow and incomplete process of industrialisation; as the twentieth century approached, the people of Córdoba were immersed in an economic panorama still heavily dependent on the agricultural tradition. For that reason, the advent in 1917 of the Sociedad Española de Construcciones Electromecánicas S.A. was undoubtedly a landmark in the recent history of Córdoba. The size of this manufacturing complex, and its impact on local economy, local society and city planning, make it a key element in understanding the process of industrialisation in Córdoba.
KEY WORDS: Industrial Archaeology, Industrial Heritage, Córdoba, copper, metallurgy.



miércoles, 15 de agosto de 2012

Arqueólogos en la fábrica. Breve recorrido por la historiografía de la Arqueología Industrial

Artículo

Autor: Cano Sanchiz, J. M.
Revista: Spal. Revista de Prehistoria y Arqueología
Número: 16
Año: 2007
Páginas: 53-67

El primer puente de hierro a gran escala construido en el mundo, corazón del Ironbridge Gorge Museum (Lám. 2)

RESUMEN: La Arqueología Industrial, tantas veces adjetivada como joven disciplina, se encuentra hoy en un punto próximo a la madurez. Sin embargo, todavía adolece de fuertes carencias –como por ejemplo la elaboración de seriaciones tipológicas de los materiales producidos por la industria–, al tiempo que buena parte de los debates científicos que acompañaron a su nacimiento –como el del marco cronológico del que debe ocuparse– aún no se han cerrado por completo. Asimismo, su implantación sigue siendo muy heterogénea a nivel global, y mientras que en algunos países posee ya una amplia tradición y aceptación –caso de Inglaterra o Estados Unidos–, en otros, como España, se encuentra en pleno desarrollo y no existe un perfil profesional propio para los arqueólogos industriales.
En las líneas que siguen trataremos de esbozar cuál ha sido el recorrido de la Arqueología Industrial desde que apareciera de la mano del amateurismo hasta consolidarse como una disciplina científica. Este artículo no pretende ser exhaustivo; a pesar de la vida relativamente corta de la Arqueología Industrial, una visión completa de su historiografía requeriría un trabajo de un volumen mucho mayor, ya que en las últimas décadas ha experimentado una gran expansión a nivel tanto académico como social, y se ha extendido por la mayor parte del planeta. Nuestra pretensión, por tanto, es plantear cómo, cuándo y dónde surgió, así como qué caminos siguió en su desarrollo, haciendo especial hincapié en los casos británico (por ser el lugar en el que nació) y español.
PALABRAS CLAVE: Arqueología Industrial, Historiografía, Reino Unido, España.

ABSTRACT: Industrial Archaeology, so many times described as a young discipline, is nowadays very close to its maturity. However, it still has several important lacks like, for example, the inexistence of typological series for industrial materials. In addition, some of the earliest scientific discussions about Industrial Archaeology are still opened. Moreover, the Industrial Archaeology implementation is still very heterogeneous over the world, and while in England or in the USA the discipline is well known and deeply accepted by now, in other countries, like in Spain, although it is currently developing, there is not a professional profile for industrial archaeologists yet.
In the next lines we will try to offer a view about the evolution of Industrial Archaeology, from its amateur origins to its consolidation as a scientific discipline. This text does not intend to be exhaustive. Despite the short life of Industrial Archaeology, a full view of its historiography would need a larger work due to the real expansion experimented by our discipline during the last decades, at academic and social levels. We will try to show when, how and where Industrial Archaeology rose, and how was its evolution, specially focusing on England (as its birthplace) and Spain.
KEY WORDS: Industrial Archaeology, Historiography, United Kingdom, Spain.



jueves, 9 de agosto de 2012

La obra de arte



Un relato breve de Antón Chéjov


Sacha Smirnov, hijo único, entró con mustio semblante en la consulta del doctor Kochelkov. Debajo del brazo llevaba un paquete envuelto en el número 223 de Las noticias de la Bolsa.
-¡Hola, jovencito! ¿Qué tal nos encontramos? ¿Qué se cuenta de bueno? -le preguntó, afectuosamente, el médico.
Sacha empezó a parpadear y, llevándose la mano al corazón, dijo con voz temblorosa y agitada:
-Mi madre, Ivanova Nikolaevich, me rogó que lo saludara en su nombre y le diera las gracias... Yo soy su único hijo, y usted me salvó la vida..., me curó de una enfermedad peligrosa..., y ninguno de los dos sabemos cómo agradecérselo.
-Está bien, está bien, joven -lo interrumpió el médico, derritiéndose de satisfacción-. Sólo hice lo que cualquiera hubiese hecho en mi lugar.
-Soy el único hijo de mi madre... Somos gente pobre y, naturalmente, no podemos pagarle el trabajo que se ha tomado, pero... por eso mismo estamos muy avergonzados... y le rogamos encarecidamente se digne aceptar, en señal de nuestro agradecimiento, esto que... Es un objeto muy valioso, de bronce antiguo..., una verdadera obra de arte, muy rara...
-¡Para qué se ha molestado! No hacía falta -dijo el médico frunciendo el ceño.
-No, por favor, no lo rechace -prosiguió murmurando Sacha, mientras desenvolvía el paquete-. Si lo hace, nos ofenderá a mi madre y a mí. Es un objeto muy hermoso..., de bronce antiguo... Pertenecía a mi difunto padre y lo guardábamos como un recuerdo, casi como una reliquia... Mi padre se dedicaba a comprar objetos de bronce antiguos para venderlos a los aficionados. Ahora mi madre y yo seguiremos ocupándonos en lo mismo.
Sacha acabó de desenvolver el paquete y colocó triunfalmente sobre la mesa el objeto en cuestión. Era un candelabro, no muy grande, pero efectivamente de bronce antiguo y de admirable labor artística. Un pedestal sostenía un grupo de figuras femeninas ataviadas como Eva, y en tales posturas que me encuentro incapaz de describirlas, tanto por falta de valor como del necesario temperamento. Las figuritas sonreían con coquetería, y todo en ellas atestiguaba claramente que, a no ser por la obligación que tenían de sostener una palmatoria, de buena gana habrían saltado del pedestal y organizado una juerga de tal categoría que sólo pensar en ella avergonzaría al lector.
El médico contemplaba el regalo con aire preocupado, rascándose la oreja, y por fin emitió un sonido inarticulado, sonándose con gesto inseguro.
-Sí; es un objeto realmente hermoso -consiguió murmurar-, pero verá usted, no es del todo correcto... Eso no es precisamente un escote... Bueno, Dios sabe lo que es.
-Pero ¿por qué lo considera usted de ese modo?
-Porque ni el mismo diablo podía haber inventado nada peor... Colocar encima de mi mesa este objeto sería echar a perder la respetabilidad de la casa.
-Qué manera tan rara tiene usted de considerar el arte, doctor -exclamó Sacha, ofendido-. Pero mírelo usted bien. Se trata de una verdadera obra de arte. Hay en ella tal belleza y gracia que eleva nuestra alma y hace acudir lágrimas a nuestros ojos. ¡Fíjese qué movimiento, qué ligereza, cuánta expresión!
-Lo comprendo muy bien, querido -lo interrumpió el médico-. Pero debe darse cuenta de que yo soy padre de familia, mis hijitos andan de un lado para otro y vienen señoras a verme.
-Claro, mirándolo desde el punto de vista del vulgo -dijo Sacha-, este objeto de tanto valor artístico resulta completamente distinto... Pero usted, doctor, se halla tan por encima de la masa. Además, si lo rehúsa, nos apenará profundamente. Usted me salvó la vida..., y lo único que siento es no tener la pareja de este candelabro.
-Gracias, buen muchacho; le estoy muy agradecido. Salude a su madre, pero hágase cargo, palabra de honor, que por aquí andan mis niños y vienen señoras... ¡Bueno, qué se le va a hacer! ¡Déjelo! De todos modos no lograré hacerle comprender mi situación.
-No hay más que hablar -dijo Sacha muy alegre-: el candelabro se pondrá aquí, al lado de este jarrón. ¡La lástima es que no tenga la pareja! ¡Sí, es una verdadera pena! Bueno... ¡Adiós, doctor!
Cuando se fue Sacha, el médico permaneció un buen rato rascándose la nuca con aire pensativo.
"Es indiscutible que se trata de un objeto de arte -decía para sí-, y sería una pena tirarlo. Sin embargo, es imposible tenerlo en casa... ¡Vaya problema! ¿A quién podría regalarlo o qué favor podría pagar con él?"
Después de muchas cavilaciones recordó a su buen amigo el abogado Ujov, con quien se sentía en deuda por un asunto que le arregló.
"Perfectamente -decidió el médico-; como es un gran amigo no me aceptará dinero y será necesario hacerle un regalo. Voy a llevarle este condenado candelabro. Precisamente es soltero y algo calavera".
Y, sin esperar más, se vistió rápidamente, cogió el candelabro y se fue a ver a Ujov, a quien encontró casualmente en casa.
-¡Hola, amigo! -exclamó al entrar-. Vine para darte las gracias por las molestias que te tomaste conmigo, y como no quieres aceptar mi dinero, al menos acepta este objeto. Sí, querido amigo, se trata de un objeto valiosísimo...
Al ver el candelabro, el abogado prorrumpió en exclamaciones de entusiasmo.
-¡Vaya un objeto! -exclamó el abogado, echándose a reír-. ¡Ni el mismo demonio sería capaz de inventar algo mejor! ¡Es estupendo! ¡Magnífico! ¿Dónde encontraste esta preciosidad?
Después de exteriorizar así su entusiasmo, echó una mirada temerosa a la puerta, y dijo:
-Sólo que, hermano, por favor guarda tu regalo. No lo quiero.
-¿Por qué? -inquirió el médico, asustado.
-Pues porque... a mi casa suele venir mi madre y también los clientes... Incluso delante de la criada resultará algo molesto...
-¡Ni hablar! ¡No te atreverás a hacerme este desaire! -exclamó, gesticulando, el galeno-. Esto sería un feo por tu parte. Además, tratándose de una obra de arte..., y fíjate qué movimiento..., cuánta expresión. ¡No digas nada más o me enfado!
-Si al menos llevasen unas hojitas...
Pero el médico no lo dejó continuar y empezó a hablar con gran vehemencia, gesticulando. Finalmente pudo irse contento a su casa por haberse deshecho del regalo.
En cuanto se marchó el doctor, el abogado se quedó contemplando el candelabro, le dio vueltas y más vueltas, palpándolo por todos lados, e, igual que su anterior dueño, estuvo cavilando sobre la misma cuestión. ¿Qué iba a hacer con aquel regalo?
"Es una obra magnífica -pensaba-. Sería lástima tirarla, pero tampoco es posible guardarla. Lo mejor será regalarlo a alguien... ¿Y si lo llevara esta noche al cómico Schaschkin. A este sinvergüenza le gustan objetos de esta clase y, además, hoy tiene un festival benéfico..."
Y dicho y hecho, por la noche envolvió el candelabro en un papel y lo envió al cómico Schaschkin.
El camerino del artista estuvo lleno toda la tarde; a cada momento entraban hombres a contemplar el regalo: allí sólo se oía un rumor mezcla de exclamaciones y de risas, algo así como un relinchar. Cuando alguna de las artistas se acercaba a la puerta y preguntaba si podía entrar, en seguida se oía la voz ronca del cómico que gritaba:
-No chica, no. Estoy sin vestir.
Después de aquel espectáculo, el cómico, alzando sus brazos y gesticulando, decía todo preocupado:
-Bueno, ¿y dónde meteré yo esta porquería de candelabro? Tengo un piso particular, pero es imposible llevarlo allí. Vienen a verme artistas, y esto no es una fotografía que se pueda esconder en el cajón de la mesa.
-Puede venderlo, señor -le aconsejó el peluquero, consolándolo-. No muy lejos de aquí vive una vieja que compra antigüedades... Pregunte por la Smirnova. Todo el mundo la conoce.
El cómico siguió este consejo...
Dos días más tarde, cuando el médico Kochelkov estaba sentado en su gabinete con la cabeza entre las manos y pensando en los ácidos biliares, se abrió la puerta de repente y entró en la habitación Sacha Smirnov. Sonreía resplandeciente de felicidad. Llevaba en las manos algo envuelto en un papel de periódico.
-¡Doctor! -exclamó todo sofocado-. ¡Figúrese qué alegría! Ha sido una suerte enorme para usted. Hemos encontrado la pareja de su candelabro... Mi madre está tan contenta... Usted me salvó la vida.
Y Sacha, cuya voz temblaba de emoción, colocó delante del médico el candelabro. El médico abrió la boca, intentó decir algo, pero no pudo: su lengua estaba paralizada.






Título original: Proizvidienie iskusstva.
Publicado en 1886 en la revista Oskolki, nª 50.

domingo, 5 de agosto de 2012

La fábrica de la memoria. La reutilización del patrimonio arqueológico industrial como medida de conservación

Artículo

Autor: Cano Sanchiz, J. M.
Revista: Antiqvitas
Número: 18-19
Año: 2007
Páginas: 265-272


Estación d'Orsay (París), hoy el mayor museo del mundo sobre arte impresionista (Lám. 6).

RESUMEN: Con este artículo pretendemos ofrecer un esbozo de cómo a través de la aplicación de nuevos usos a los bienes industriales, o de la perpetuación de los antiguos, es posible mantener un número significativo de estos edificios para asegurar su memoria histórica. Pero, como más adelante trataremos de explicar, ello deberá hacerse siempre con el máximo rigor científico, pues de lo que se trata en definitiva es de conservar unos elementos patrimoniales que se encuentran en grave peligro de desaparición. El caso de la Almazara Núñez de Prado, en Baena, nos servirá de ejemplo para ilustrar nuestra postura al respecto.
PALABRAS CLAVE: Arqueología Industrial, Patrimonio Industrial, Reutilización.

ABSTRACT: With this article we will try to offer a view of how to rescue and restore old industrial buildings and save their historical memory by means of giving them new uses, or keeping their old ones. We are going to see that this task should always be done with scientific precision, so we are working to conserve cultural heritage sites which are at risk of disappearing. The olive oil mill, Núñez de Prado, in Baena (Spain), will show us a good way of working on these aspects.
KEY WORDS: Industrial Archaeology, Industrial Heritage, Re-use.